La toxicidad de algunas plantas es el resultado de cientos y miles de años de evolución, para defenderse del mundo exterior, tanto de los animales herbívoros, como de los seres humanos.

¿Qué hizo el hombre entonces? Mejoró las plantas. Las domesticó para poder comerlas. Alrededor de 200 especies han sido domesticadas con fines alimentarios. Así, el ser humano fue capaz de generar plantas más rendidoras, menos tóxicas y con mejor sabor que las que existían en la naturaleza.